Hola, buenas noches, el relato de esta noche es... El Perrito y Después el Incesto (Parte 2).
Me dijo un hombre por el móvil: -quiero un servicio a
domicilio-, -Sí claro- le respondí, y lo mejor de todo es que yo estaba cerca
de ahí, ¡que conveniente para mí! Bueno, me bajé del bus, como hacía algo de
frío y no quería caminar a pesar de estar cerca, pues tomé el taxi y le dije:
-lléveme aquí rápidamente- mientras le mostraban una dirección que tenía
escrita. Llegamos, le llamé y le dije: -ya estoy aquí-, él pasó a recogerme al
Oxxo donde quedamos y bajo de su coche un señor bastante atractivo, juvenil,
con una barba de candado, de piel blanca, de muy buen cuerpo. -Hola muñeca- me
dijo, me abrió la puerta del coche, lo abordé, conversamos un rato y
rápidamente llegamos a su casa.
Bajamos, abrió la puerta de su casa, mi sorpresa fue
encontrar un chico de unos 22 años -¿qué hace el chico aquí? no me dijiste nada
de él- le dije, -es un amiguito, te pagaré más, por eso no te apures, solo
cumple nuestras fantasías contigo- respondió; "¿conmigo?" me
pregunté, a lo que el chico me comentó: -ya te hemos seguido desde tiempo atrás
en tus publicaciones. Nos encanta el arte del DBSM y queremos jugar con una ama
como tú, hermosa, delgadita, natural...-, -sí, pero no traigo mis cuerdas- le
dije al muchacho algo sorprendida, -yo tengo todo lo necesario, hemos estado
esperando desde hace un año cuando te anunciaste por primera vez, hemos
comprado ya muchas cosas, pasa al sótano por favor ama- me respondió el
muchacho.
Bajamos al sótano, es muy oscuro, tipo mazmorra, con cadenas
y más. Estaba bien lindo el lugar con todas esas cosas de látigos en la pared y
una cama sujetada por las cadenas de metal y los grilletes. "Hay un aroma
a sexo aquí, ¿ya habrán tenido mucho sexo aquí?", me pregunté, pero bueno,
-ya fue mucho hablar-, le dije yo a Ariel y al chico. Comenzaron a quitarme la
ropa, mi chamarra, mi vestido, quedé solo en tanga, medias, lencería y top con
encaje. Después, subí a la cama de metal y se acomodó Ariel, sacó la verga, le
puse el condón y le comencé a chupar mientas el chico me comenzó a mamar y a morder
mis nalgas mientras metía sus dedos por mi culo. Yo le pedí, antes de meter sus
dedos -ponte un condón en los dedos-, y aun ellos no se quitaban la ropa porque
yo les pedí que no lo hicieran y que yo lo haría por ellos. Muy contenta chupé
y chupé la verga de Ariel, -si así lo haces con condón, ya me imagino sin
condón- dijo mientras gemía, -pon algo de música para relajar- volteó a decirle
al chico, y el chico rápidamente fue donde estaba el equipo de sonido, -pon
música del grupo Enigma, esa música me excita y va de acuerdo al lugar donde
estamos- le dije al chico, -ok-, respondió el chico. Regresó con un baúl que
contenía unos trajes de cuero y hule para caballeros, ¡me encantan esos
trajes!, entonces comencé a desvestir a Ariel mientras el chico se masturbaba
sentado en una silla al lado de la puerta, Ariel se puso su arnés en el pecho,
de cuero con aros en sus muñequeras. Su pantalón de hule con vista en el culo y
verga... Hhhmmm se ve tan rico, y más con esa vergota súper blanca y que le
comienzo a mamar la verga y bolas mientras apretaba fuertemente sus nalgas.
Yo ya estando muy excitada le dije a Ariel:
-cógeme papi,
-será un placer tenerte ensartada,
-nunca me han AMARRADO pero puedo depositar mi confianza en
ti para hacerlo, ¿sí?
-ok, no tengas cuidado y déjate llevar...
Entonces, me puse mis guantes de terciopelo rojo carmesí
para que no me lastimaran las cuerdas en las muñecas pero le dije: -yo mejor
con las cadenas-, me puso los grilletes en mis manos y piernas quedando
suspendida en el aire con ayuda de los dos, el chico se puso detrás de mi,
pero, "hay algo raro" pensé yo. Ariel comenzó a meter su verga,
-poco a poco porque me duele, me acaban de meter hace unas
horas una grandisima- le dije,
-¿más que la mía?,
-sí,
entonces me la dejó ir con fuerza, a lo que yo le dije:
-¡qué delicia!-, y el chico, besando mi cuello por detrás, mientras Ariel me
tenía con las piernas abiertas delante de mí y el chico me masturbaba mi verga
al mismo tiempo que me tocaba mi pecho, estrujándome fuertemente, mordiendo mi
espalda... era algo exquisito hacerlo de esta forma. Después, cambiaron de
posiciones, el chico delante de mí y Ariel detrás de mí besando mi boca con sus
labios rojos, ricos... -Ariel, besas rico- le dije, -más fuerte, más fuerte-
seguí. El chico sentía cómo entraba y salía su cabeza, y él, con gran dureza,
me cogía una y otra vez,-¿y si te la metemos los dos al mismo tiempo?- me dijo
Ariel, -¡no, no, no!- respondí, -yo no podría aguantar tanto, no, por favor
no-; en ese momento sí me asusté porque sí lo intentaron pero yo me negaba a
que entrarán dentro de mí sus vergas, -está bien, solo de uno por uno- me dijo,
entonces, yo me relajé...
Después de un rato me quitaron los grilletes y cadenas,
cambiamos los condones y le comencé a mamar las vergas a ambos... Hhhmmmm,
sabrosas las dos vergas y cabezonas, no más grandes que las de mi perrito, pero
qué ricas si están. Tocaron la puerta del sótano y entró un tercer chico muy
parecido a Ariel, y Ariel le dijo: -¿qué haces aquí, Luis?-, así se llamaba el
chico que entró, parecía de la misma edad que la del otro chico y Luis le dijo
a Ariel y a Roberto: -está pasando como algo molesto-; Roberto era el chico que
nunca me había dicho su nombre, éste le respondió: -pasa, a poco no se te
antoja-, le enseño su verga que la tenía entre su mano derecha y le tomó del
brazo y lo metió adentro de la mazmorra. Entonces, Luis comenzó a mamar la
verga de Roberto y yo, la de Ariel, luego, le coloqué una cinta negra en los
ojos a Luis. Ya estando empinado, yo me lo iba a coger, ¡¿cual fue mi
sorpresa?! Ariel le dejó ir la verga con gran fuerza a su propio hijo, ¡Luis!
porque mientras le vendaba los ojos él me dijo: -Ariel es mi papá-, por eso me
quedé con el ojo cuadrado al ver cómo se lo cogía con mucho deseo a su propio
hijo y ¡cómo no!, con esa piel tan rica de Luis. Entonces, le pusimos nuestras
vergas a Luis en la boca para que nos chupara a los dos mientras su papá lo
cogía de perrito en el suelo.
Ya después, Roberto se quitó el pantalón y Luis, todo lo
demás. Los dos se pusieron trajes similares al de Ariel, pero con máscara y
así; "esto fue planeado, no fue mera casualidad", pensé yo,
"pero bueno, equis". Tomé a Luis de la cintura y comencé a cogérmelo
y él le chupaba la verga a su papá al mismo tiempo que Roberto me penetraba a
mí tan fuerte como yo a Luis. Nos separamos por un rato, recosté a Ariel en el
suelo y me di unos ricos sentones. Mientras gritaba de placer le mamaba la
verga a Roberto al mismo tiempo que Luis me pasaba su verga por mi cara y
cuello y les dije: -denme su leche-, -sí- contestaron, les quité los condones y
empezaron a gritar como locos y a gemir los dos: -¡oh sí! ¡oh sí! ¡oh sí!-. Su leche
vaciada en mi boca, cara, cuello y brazos y, en la punta de mi lengua les
mostraba cómo me escurría su leche... ¡qué rico!, pero aún así, estaban
excitados, no se les bajaba la verga y, Ariel no dejaba de cogerme... ¡que rico
se sentía como entraba y salía!, y, los dos chicos se mamaban uno al otro en
69, mientras yo los tocaba con una mano estando ya empinada por Ariel viendo
como mi cabello se movía con tal fuerza, porque me la metía tan fuerte y duro,
que ya no tenía tiempo de pensar en el dolor sino en el placer que me daba.
Después de un rato de mucho coger dice Ariel: -¡Ya me voy a
venir!-, entonces, los dos chicos y Ariel se levantaron frente a mí, yo,
hincada, recibí la leche nuevamente de los 3 al mismo tiempo, fue algo rico y
cachondo, me excitó mucho, más exquisito y me dice Luis: -¿tú no te vendrás?-,
-claro- le respondí. Yo, con mi verga súper parada le di leche solo a Luis pero
el papá también se hincó para recibir mi leche... -Hhhmmmm súper rico- dije yo,
y terminé en sus caras. -Algo inolvidable- dije, -¿ya terminamos?- seguí,
-claro chiquita- contestó Ariel, entonces pasé a bañarme; ya estando lista,
arreglada y cambiada Ariel me entregó mi paga, yo pensé "sólo sería por él
y Roberto" pero me dio también por Luis, pensé: "¡qué genial, ya que
yo no pensaba cobrarle a Luis pero bueno, qué rica noche". Miré la hora,
¡no manches las 5.03 de la mañana! Ariel le llamó a su taxista que me llevó a
casa, pero antes recordé que él me dijo: "-para la otra será diferente y
más extremo-" cual eso me puso más excitada y más por sus ricos culos y
vergas que serán míos nuevamente.
Fin...