Hola, muy buenas noches, el relato de esta noche es... El Perrito y Después el Incesto (Parte I).
Una tarde común había ido de compras con un amigo y después
de ahí fui a atender a un chico a un hotel, no fue tan excitante como pensé a
pesar del cuerpo que tenía, pero bueno, me regresé a casa de mi amigo y pues me
duché ahí mismo cuando recibí un mensaje de mi perrito. Me dijo que quería
verme a las 7 p.m., que lo sometiera y que llevara mis juguetes más buenos.
Asentí a esto pero pensé: "con esta ropa y sin mis cosas, no puedo ir
así". Me lancé a casa de mis padres por las cosas y juguetes y a darme
otra ducha y a maquillarme.
Ya después de un rato dije: "¡estoy lista!". Salí
de casa y tomé el bus; después de un rato de tanto pensar en qué haría con mi
perrito llegué a Monterrey Centro, tomé un taxi, -lléveme a este hotel- le dije
al taxista, -ok- respondió. En el camino me contó que tiene una chica con la
que anda que era escort pero ya solo se dedica a la bailada pero bueno equis...
Llegamos al hotel, llamé a mi perrito, le pregunté en qué
habitación se encontraba, -118- me respondió, -ok- seguí. -Nos vemos pronto- le
dije al taxista, -ok- respondió. Después, subiendo los peldaños, asomó la
cabeza mi perrito, se veía tan mono con su carita de perrito tierno, esperando
a ser cogido. Me abrió la puerta y me dijo: -que sexy te ves-, -gracias- le
contesté y le tomé de la cara y nos empezamos a besar como dos enamorados. Me
senté en la cama y le dije: -traigo tu plato para que comas como un perro-
pero, pensé: "yo no me traje su alimento y otras cosas más", pero él
antes me dijo: -traje agua-. Tomé la botella de agua y se la puse en el plato
de perro, -arrodíllate y tómatela- le dije, -¿qué?- me respondió, -sí- le dije,
-tómatela, me gusta ver cómo se humilla ante mí-, continué -chúpame el falo
perrito-. Él, muy contento, empezó a chupar y yo, súper excitada y erecta.
Complacida empecé a disfrutar sus ricas mamadas, después de eso nos metimos al
jacuzzi donde empezamos a juguetear. Ya dentro del jacuzzi y a conversar un
poco mientras su verga rozaba con mi culo, fue tan excitante cómo sentir que
rozaba su mega vergota en mí pidiendo a gritos que me la meta ahí mismo, (pero
obviamente sin gorrito no hay fiesta, y además que no tengo mucha confianza
para que me metan la verga dentro de un jacuzzi) pero bueno, besándonos
apasionadamente, rozando nuestras pieles, quitándonos el frío con el agua súper
caliente y la espuma cubriendo mi cuerpo y que de hecho con la espuma solo
podía ver la cara de él porque yo me encontraba por encima y mi culo sobre su
mega vergota y él masturbando mi verga por debajo del agua. -Quiero lechita- me
susurraba, -espera, aún no- le respondí. Después de un rato de juguetear en el
jacuzzi nos metimos a la regadera a enjuagarnos la espuma, él tocando mi cuerpo
suavemente. Terminando nos fuimos a la cama -tengo frío- le dije, -vamos a
quitarnos el frío juntos- me respondió, -claro- seguí. Le comenté que quiero
cogérmelo entre otras dos amigas trans igual que yo, interactivas, una
mamándole la verga él a ella, a la otra que él la masturbe y yo, dándole por el
culote que tiene tan sabroso, a lo que él me contestó: -me gustaría mucho pero
que ésta vez no podrás cogerme porque ando algo adolorido de la espalda-, -oki-
le respondí, pensé yo: "de todas maneras ya me lo e cogido 3 veces porque
esa es la cita número 4 que teníamos", -¿y mi castigo que me merezco por no
hacer caso?- continuó; -no todo en la vida son castigos, además por la posición
en la que estás, lamentablemente no te puedo latiguear. El saber que no puedo
marcar tu cuerpo me excita mucho, porque no puedo darte una buena tortura-
respondí, y pensé: "como mi anterior perro de planta que torturaba y a él
le encantaba, y a mí me fascinaba, totalmente enamorada, pero esa es otra
historia". -Si te doy un castigo hoy, tu castigo será no darte mi leche
hoy porque ese seria el mejor castigo para ti- le dije, -está bien, eso sería
lo justo, porque así, el juego del castigo será más excitante- respondió, -es
broma, sí quiero tu lechita- retractándonse, -de hecho, sí pensaba en no darte
mi lechita porque este será un buen castigo y justo para ti porque te he estado
estudiando pero como te dije la he guardado para ti, hoy te la daré.
Platicamos de unas cosas más, -bueno, chúpame la verga- le
dije, él comenzó a hacerlo y yo, súper excitada de tener su cara entre mis
piernas chupando mi verga, -así perrito, así... Hhmmmm, chúpala toda, así,
sigue, trágatela toda- le decía, a lo cual me respondió algo que no me gustó
para nada y me molesté un poco, pero seguimos y cambiamos de posiciones, él
abajo de mí y yo encima de él, haciendo un 69 súper, intensamente rico, yo
masturbando su verga y abriéndome; las mamadas que me daba y yo dándoselas a él
riquísimo, probando su lubricación... ¡Me encanta! Después de mucho mamar, le
dije: -cógeme-, -ok- me respondió. Fui por el lubricante y los condones y
resbalé con los residuos de jabón en el piso, -¿estás bien? ¿no te hiciste
daño?- me preguntó muy asustado, -sí, estoy bien- le respondí. Me levanté, fui,
tomé el lubricante y los condones se los pasé y luego le pasé el lubricante por
toda la verga y mi culo.
Ya teniendo la verga de el bien lubricada y mi culo por
igual (porque está tan grande y bien mega gruesa... ¡es lo máximo en vergas!
Mientras él me la metía, miraba cómo las pupilas de sus bellos ojos se
dilataban y se tornaban más grandes; aunque no gritaba mucho, yo sentí un gran
éxtasis por lo que le dije: -cógeme en la regadera mientras nos cae el agua
caliente-, nos metimos y abrimos la llave y el agua caliente comenzó a salir
cubriendo nuestros cuerpos yo casi empinada contra la pared de la regadera
siendo cogida una y otra vez. Así me gustaba más porque en la regadera, además
que disfruto mucho estar con este perrito, y no por la paga sino por la
química, -cárgarme, mientras me coges con las piernas abiertas por encima de
ti- le dije. Me cargó y lo intentamos un poco, luego volvimos a la misma
posición, pero ahora me cogía con más fuerza, más placer sentía yo porque me
daba más fuerte; después de un rato me puse de pie porque me pidió Lluvia
Dorada y le di Lluvia Dorada en su pecho muy calientita y a él gusto tanto que
nos terminamos con esto. Se enjuagó y regresamos a la cama; le puse el condón y
demás; de ahí seguimos, me monté encima de él otra vez. Para cerrar con broche
de oro le dije: -mientras me cojas más rápido y fuerte más lechita saldrá para
ti-, eso lo motivó a cogerme más fuerte, más y más. Mientras él me masturbaba
le dije: -ya me voy a venir- y que me empiezo a venir, pero no alcancé a
venirme del todo en su boca como los 2 queríamos como ya otras veces había
pasado de venirme en su boca. Casi toda la leche se la eché en su pecho; en
eso, él también comenzó a venirse a chorros de leche, fue tan rico... ¡me
encanta!
Nos metimos a bañar, nos vestimos rápidamente, cada quien
tomó sus cosas,
-yo pido mi taxi, ¿ok?- le dije,
-está bien, y perdón porque hoy no me cogiste, por mi
espalda lastimada- respondió,
-no pasa nada, pero ya será después perrito- y me quedé
arreglándome en el cuarto del hotel. Tocaron la puerta y era una recamarera,
-pase, ya me voy- le dije. No le llame al taxista lo que quería yo en ese
momento era caminar un poco en el frío cruel y pensar en lo que me dijo el
perrito y en muchas cosas. Caminé un buen rato hasta que me decidí a tomar un
taxi, le pedí que me dejara en el centro de Monterrey. Ya estando ahí, tomé el
bus hacia la casa después de un rato recorrido, cuando el bus estaba cerca de
casa me dije: "que bueno, ya voy a llegar a casa, ya quiero relajarme y
dormir". Sonó mi móvil y me dijo una voz muy gruesa y agradable, ¿tienes
servicio?
Continuará..